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jueves, 17 de marzo de 2011

Terremoto en Japón

El viernes 11 de marzo, un fuerte terremoto sacudió a Japón. Según los profesionales que analizan los terremotos, éste fue un sismo de 8.9 grados en la escala de Richter, el más fuerte que se produjo en Japón desde que existe la medición de terremotos.

El sismo se produjo en el mar, a unos 130 Km de la costa de Sendai, Honshu, y a unos 13 km de profundidad. Por este motivo, no solo generó un fuertísimo temblor en tierra firme, sino que a la vez causó un tsunami, que provocó grandes inundaciones y destrozos, no sólo en las zonas cercanas a la costa, sino también a varios kilómetros de distancia. Estos tsunamis tienen tanta fuerza, que son capaces de arrastrar automóviles, casas, edificios y todo tipo de escombros, incluso varios kilómetros tierra adentro. Este particular tsunami de Japón creó olas que alcanzaron entre 7 y 10 metros de altura.

Autos y avionetas arrollados por el tsunami - Fuente: theatlantic.com
Este tipo de desastres naturales, además de causar gran cantidad de víctimas, genera millonarios destrozos que afectan el día a día de las personas. Este terremoto en Japón ya provocó que alrededor de 4 millones de casas estén sin electricidad. Uno de los problemas más graves, es que generó un incendio en una central nuclear que pertenece a la Compañía de Electricidad Tohoku, en Onagawa. Esto obligó al país a declarar un estado de “emergencia nuclear”. Afortunadamente, momentos después el gobierno declaró que no hubo ninguna fuga, que pudiera afectar a la población.

Además de esta central, también se cerraron otras 11 centrales nucleares, el aeropuerto de Tokio, y el famoso tren bala.

Construcciones anti-sísmicas

Cada año, según el Servicio Geológico Británico, se producen alrededor de 50 terremotos de la misma magnitud que el que sucedió en Haití. Los terremotos de esta magnitud no suelen producir daños porque suceden en lugares donde la arquitectura es sólida. Japón es uno de los países que soporta durante el año, sismos de 6 grados en la escala de Richter. Es por eso que cuando construyen casas y edificios lo hacen bajo un muy estricto control.

Después de la Segunda Guerra Mundial, los japoneses aprendieron de los arquitectos ingleses a construir casas y edificios más sólidos.

El secreto de los edificios japoneses está en el movimiento. La base de cada edificio no es rígida, sino que tienen movimiento. En las calles de Japón se pueden encontrar grietas alrededor de los edificios, las cuales parecen accidentales, pero están hechas con el fin de dar espacio al movimiento del edificio cuando se producen los temblores. De esta manera, el movimiento de la estructura acompaña el movimiento del terremoto, evitando que se derrumbe el edificio.

Pagodas

Un espiral de agua al noroeste de Japon - Fuente: theatlantic.com
Las Pagodas son construcciones que utilizan materiales menos modernos. Estas construcciones realizadas sobre maderas insertadas, sin uso de clavos, utilizan material flexible para absorber la tensión que el movimiento del terremoto produce, impidiendo que la fuerza ejercida suba a través de los 5 pisos.

Estos edificios tienen un “shinbashira”, que es un pilar central que atraviesa todo el edificio desde la base hasta el techo. Este oscila como un péndulo permitiendo que se aminore el impacto del terremoto.

La leyenda del terremoto

Cuenta la leyenda sobre los terremotos en Japón, que las islas que forman a este país, se mantienen sobre un gran pez o también llamado Namazu, quien vive enroscado debajo del mar.

Dice la leyenda que el dios Kashima usa una gran piedra sobre Namazu, para que éste no se mueva. Pero cuando Kashima se distrae, el pez Namazu aprovecha a moverse y entonces la tierra comienza a temblar.

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