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miércoles, 16 de marzo de 2011

Porque nos pican los mosquitos

Los adultos sudorosos pueden crear un olor punzante que atrae a los mosquitos y que es único en el reino animal. En efecto, el cáustico olor corporal de la piel de un humano adulto sudoroso es algo único en todo el reino animal.
Eso se desprende de un documento publicado recientemente en la revista Trends in Parasitology. Nuestro olor corporal atrae al menos a dos especies de mosquitos, y los científicos tratan de entender cuál es el secreto de nuestro olor para evitar que estos insectos se nos acerquen.
Algo nada baladí teniendo en cuenta que los mosquitos son uno de los vectores de contagio de enfermedades tan importantes como la malaria, el dengue y la fiebre amarilla.
El secreto de este particular olor, según cuenta la investigadora principal Renate Smallegange, se debe a que los microorganismos de nuestra piel usan los materiales presentes en nuestra dermis y en nuestro olor en su propio metabolismo.
"Estos microorganismos convierten compuestos no volátiles en volátiles".
El equipo de Smallegange, una entomóloga de la Universidad Wageningen, analizó datos de la estructura química del sudor humano. Concluyó que "los compuestos volátiles asociados al sudor humano son probablemente el factor primario y determinante en la preferencia que estos mosquitos sienten por nosotros como huéspedes".
Los científicos lograron crear una "receta" de sudor humano sintético a base de una compleja mezcla de CO2, amoniaco, ácido láctico y otros siete ácidos carboxílicos que atraía a los mosquitos.
Tendemos a pensar que los humanos olemos mejor que otros animales. Sin embargo, estudios realizados en aves y otros mamíferos revelaron que la piel de estas criaturas exhalan muchos menos compuestos orgánicos volátiles que la nuestra.
Para realizar este último estudio, los investigadores compararon la distribución, función y secreción de diferentes tipos de glándulas de la piel de los humanos con la de otros primates. Basándose en las similitudes en la distribución de estas glándulas, se supuso que los humanos deberían oler parecido a los chimpancés y gorilas, pero lo cierto es que estos últimos liberan más aceites, probablemente para proteger su pelaje corporal.
Sin embargo los humanos adultos liberaban más agua, proteínas, aminoácidos, urea, amoniaco, ácidos lácticos y ciertas sales, muchas de las cuales pueden apestar. Durante la adolescencia, las glándulas que liberan estos compuestos maduran y son colonizadas por bacterias.
No obstante, el olor de los preadolescentes es menos punzante que el de los adultos. Y además los niños sudan menos que los adultos.
Al parecer, a los mosquitos estudiados por los científicos les gusta más el olor de los adultos, ya que picaban menos a los niños y preadolescentes.
Una de las curiosidades que se obtienen del trabajo es que, a pesar de que los hombres sudan más que las mujeres cuando hacen ejercicio físico, las concentraciones de los apestosos ácidos carboxílicos volátiles son básicamente similares, ya que el sudor de los hombres probablemente contenga más agua.
Hasta ahora se pensaba que lo que atraía a los mosquitos y otros insectos era básicamente el CO2 que exhalamos, sin embargo esos mismos mosquitos que se sienten atraídos por nuestro olor sienten repulsión por nuestro aliento. Para ellos es mucho más importante nuestro sudor.
Mientras que los científicos tratan de dar con la sustancia exacta en nuestro sudor que vuelve locos a los mosquitos, al menos podremos usar el sudor sintético que han creado en futuros estudios, evitando así tener que usar a humanos reales que sufran sus picaduras.

 

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